Para qué hacemos la Memoria del Centro.

            La memoria final es el documento que, partiendo de la evaluación de todos los elementos integrantes de la Comunidad educativa, recoge el grado de cumplimiento de la P.G.A ( Programación General Anual ) y fija propuestas encaminadas a mejorar la organización y el funcionamiento del centro. Su contenido ha de responder a una reflexión colectiva de los órganos de gobierno y de coordinación docente, con sus correspondientes conclusiones, para , finalmente elaborar propuestas de mejora que sirvan para fijar los objetivos generales en la próxima PGA.

            Si la P.G.A se elabora en torno a unos objetivos generales que son las directrices de trabajo e intervención a lo largo de un curso, su evaluación debe ser pensada como apoyo, compromiso y actitud, asumida por todos sus miembros para la mejora del ecntro a través de los próximos planes de actuación.

            Desde esta óptica de análisis y reflexión crítica se debe elaborar la memoria como síntesis:                   

•  para hacer balance y hacerlo de modo que pueda servir para    revisar    y mejorar lo que proceda.
•  para valorar el Plan de Actuación como diseño y como práctica cotidiana.
•  para analizar la propia práctica y que sea útil a todos los implicados en ella.

            Para que se dé una evaluación de estas características, que tenga carácter formativo y que propicie la mejora de la práctica, debe tener una serie de características:

1. Que sea una evaluación realista, donde cada uno individualmente y colectivamente sea capaz de valorar lo que ha hecho para mejorar el próximo curso. La memoria no es una calificación que nos ponemos sino que es un análisis para ser mejores.
2. Participativa. Lo más importante de la memoria es la participación de todos, el proceso, pues del debate y la reflexión saldrán sin duda conclusiones de mejora.
3. Con propuestas concretas y viables.
4.  Con una idea de futuro y adecuada al contexto.