Cap. 1. POR QUÉ ES ESENCIAL LA PASIÓN
Comienza un nuevo curso, 2012 - 2013, un curso cargado de
incertidumbres, de recortes sociales, de ataques a la Escuela Pública, pero
también de ilusiones. Ahora más que nunca, tenemos que estar ahí dando ejemplo
de cómo sobreponerse a tanta adversidad desde la dedicación, el
compromiso y la pasión por enseñar.
He comenzado a
leer un libro que se llama " Pasión por enseñar " y pretendo plasmar
en estos meses, lo que me sugiere, lo que plantea y lo que podemos hacer -
bueno podéis hacer - desde la individualidad de cada docente. Yo lo veo desde
la lejanía de mi jubilación, pero estando siempre cerca de la enseñanza.
Voy a seguir los
capítulos del libro. La parte escrita en cursiva, corresponde literalmente a
fragmentos del libro. Lo que está escrito en letra normal corresponde a pensamientos,
opiniones y críticas personales
“ Con nuestras prisas por reformar la
educación, hemos olvidado una sencilla verdad: la reforma no se logrará nunca
renovando asignaciones, poniendo límites a las escuelas, reformulando currículos
y revisando textos si seguimos degradando y desalentando al recurso humano que llamamos
maestro …” ( Palmer, 1998, p.3 ).
Da la sensación que todo - las nuevas tecnología, los libros de
textos, .. - está por encima del
maestro, pero no es así. Sin el maestro, sin ese recurso humano que es capaz de
transmitir algo de sentimiento a esa actividad que llamamos enseñanza, se
pierde lo más importante la motivación y la necesidad de aprender.
El diccionario define la pasión como un “
sentimiento muy intenso “. Es un motor, una fuerza motivadora que emana de la
emoción. Las personas se apasionan por cosas, asuntos, causas, personas. El
apasionamiento genera energía, determinación, convicción, compromiso e, incluso
obsesión.
Decía un inspector, amigo mío, que la verdadera enseñanza radica
en la mente ý el corazón del docente. Estoy totalmente de acuerdo, si el
maestro no es capaz de llegar al alumno, de crear complicidad y empatía con él,
de enfadarse y de reirse con él, no completará su tarea de enseñar.
Estar apasionado por enseñar no consiste sólo
en manifestar entusiasmo, sino también en llevarlo a la práctica de manera
inteligente, fundada en unos principios y orientada por unos valores. … La pasión
se relaciona con el entusiasmo, la preocupación, el compromiso y la esperanza,
que son las características claves en la eficacia de la enseñanza. Para los
maestros que se preocupan, el estudiante como persona es tan importante como el estudiante en cuanto aprendiz.
Un maestro apasionado es aquel que quiere no sólo a su asignatura,
sino también y, sobre todo, al alumno, que es capaz de influir de manera
positiva en la vida personal y profesional del alumno, tanto en el momento de
la enseñanza como a lo largo de toda su vida. El maestro que es capaz de dejar
una huella que se tarde mucho en borrar.
Esta pasión se nota también en el alumno, porque es capaz de apreciar el compromiso de su profesor, de su
maestro, cuando siente que en él puede encontrar ayuda y comprensión, cuando se
siente querido y atendido.
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