LA DESESCOLARIZACIÓN DE LA SOCIEDAD DE ILLICH.
Biografía: Nació en Viena en 1926, estudió filosofía y teología en Roma. Fue vicerrector de la Universidad católica de Puerto Rico. Creo en 1961 el centro Internacional de Cuernavaca ( CIDOC ) en Méjico. Se secularizó en 1969.
Illich es el gran representante de la desescolarización, quién más ha profundizado en su teorización y el que nos ha dejado una alternativa más y mejor desarrollada.
Ivan Illich critica radicalmente al sistema capitalista, al que él denomina “instituciones del bienstar social” como la medicina los transportes y la educación. En el ámbito social implica que toda respuesta institucional a una necesidad simple, como la de saber, ir de un lado para otro, la de ser curado, genera una nueva clase de pobres y una nueva dimensión de la pobreza.
Además entiende que la industrialización y la tecnología potencia la contaminación, amenaza la autonomía y la creatividad del hombre y aparece la sociedad de consumo, también consumo de educación. Esto da lugar a las instituciones manipulativas cuyo objetivo es la producción masiva y el mantenimiento de esa producción.
Frente a esto, Illich plantea como alternativa las instituciones conviviales, al servicio de los clientes, que están pensadas para ofrecer servicios y satisfacer necesidades sin crear adicción, facilitando comportamientos autónomos frente a la heteronomía que producen las instituciones manipulativas.
Para Illich la escuela tradicional y la escuela moderna tienen mucha semejanza, realizan las mismas funciones de custodia, selección social, y adoctrinamiento. La escuela a través del currículum oculto transmiten la ideología. Las experiencias verdaderamente educativas tienen lugar a pesar de la escuela y no gracias a ellas.
Además según Illich, la escuela está perdiendo:
a) su legitimidad política (desconexión entre la escuela y la realidad),
b) económica (no es posible que ningún país pueda hacer frente a los gastos de enseñanza) y
c) pedagógica (no existe desde el momento en que se confunde enseñanza con saber o competencia con titulación).
Este autor efectúa un paralelismo entre la iglesia y la escuela, sus oficios, sus mitos, su liturgia y sus funciones sociales. A la sociedad tecnocrática se entra a través de la educación escolarizada, cuantos más certificados se obtengan más posibilidades habrá de llegar a lugares privilegiados.
Illich es el gran representante de la desescolarización, quién más ha profundizado en su teorización y el que nos ha dejado una alternativa más y mejor desarrollada.
Ivan Illich critica radicalmente al sistema capitalista, al que él denomina “instituciones del bienstar social” como la medicina los transportes y la educación. En el ámbito social implica que toda respuesta institucional a una necesidad simple, como la de saber, ir de un lado para otro, la de ser curado, genera una nueva clase de pobres y una nueva dimensión de la pobreza.
Además entiende que la industrialización y la tecnología potencia la contaminación, amenaza la autonomía y la creatividad del hombre y aparece la sociedad de consumo, también consumo de educación. Esto da lugar a las instituciones manipulativas cuyo objetivo es la producción masiva y el mantenimiento de esa producción.
Frente a esto, Illich plantea como alternativa las instituciones conviviales, al servicio de los clientes, que están pensadas para ofrecer servicios y satisfacer necesidades sin crear adicción, facilitando comportamientos autónomos frente a la heteronomía que producen las instituciones manipulativas.
Para Illich la escuela tradicional y la escuela moderna tienen mucha semejanza, realizan las mismas funciones de custodia, selección social, y adoctrinamiento. La escuela a través del currículum oculto transmiten la ideología. Las experiencias verdaderamente educativas tienen lugar a pesar de la escuela y no gracias a ellas.
Además según Illich, la escuela está perdiendo:
a) su legitimidad política (desconexión entre la escuela y la realidad),
b) económica (no es posible que ningún país pueda hacer frente a los gastos de enseñanza) y
c) pedagógica (no existe desde el momento en que se confunde enseñanza con saber o competencia con titulación).
Este autor efectúa un paralelismo entre la iglesia y la escuela, sus oficios, sus mitos, su liturgia y sus funciones sociales. A la sociedad tecnocrática se entra a través de la educación escolarizada, cuantos más certificados se obtengan más posibilidades habrá de llegar a lugares privilegiados.
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